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Día del Niño

15 de abril: Día del Niño en España

  • Uno de cada tres niños en el mundo está desnutrido o sufre sobrepeso.
  • Desde el Banco de Alimentos de Sevilla se quiere luchar contra la pobreza haciendo llegar a estos niños/as alimentos nutritivos y de calidad, que aseguren su correcto crecimiento y desarrollo, así como intentando hacer conciencia de la importancia de la buena alimentación desde los inicios a través de talleres dirigidos a las futuras madres.

Mañana, 15 de abril, se celebra el Día del Niño, fecha que busca resaltar el papel de los más pequeños en la sociedad y recordar sus derechos fundamentales, entre los cuales se encuentra el derecho a una alimentación saludable. Este se regula en la Convención sobre los Derechos del Niño que establece que los niños y niñas deben tener garantizada una alimentación suficiente, accesible, duradera y en condiciones saludables.

El estudio Estado Mundial de la Infancia 2019: niños, alimentos y nutrición elaborado por UNICEF, revela que uno de cada tres niños en el mundo está desnutrido o sufre sobrepeso. España, por su parte, presenta una de las tasas de sobrepeso y obesidad infantil más altas de Europa que, según los últimos datos del estudio ALADINO (2019), es de un 40,6%. Esto se considera un problema grave de salud pública, ya que supone una amenaza para la salud presente y futura de los niños y adolescentes, ya que el exceso de peso en la infancia aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud en la edad adulta.

Lo primero que hay que tener en cuenta para evitar problemas de salud en los niños, es que la alimentación durante el embarazo es primordial, pues malos hábitos en este momento de la vida pueden derivar en:

  • Incremento en el crecimiento fetal y obesidad infantil.
  • Presión arterial más elevada en el recién nacido.
  • Peores puntuaciones en pruebas cognitivas.

Posteriormente, durante la infancia y la adolescencia, una correcta alimentación es esencial para evitar problemas de salud y desarrollo, que puedan derivar en otras patologías durante la edad adulta. Sin embargo, actualmente el consumo de productos ultraprocesados y ricos en azúcar es predominante, haciendo que los niños y adolescentes tengan una mayor probabilidad de presentar:

  • Efectos sobre el desarrollo intelectual y físico: Las vitaminas y los ácidos omega-3 son esenciales para que el cerebro de los niños y niñas funcione correctamente. Una mala alimentación, donde predomine el consumo de azúcar, limita la ingesta de estas vitaminas y provoca afecciones en la evolución psicomotora y el desempeño en las áreas emocional, cognitiva y social, pudiendo desembocar en un inadecuado rendimiento escolar.
  • Retraso en el crecimiento. Según datos de UNICEF, 149 millones de niños y niñas padecen retraso en el crecimiento y desarrollo.
  • Problemas de concentración y falta de energía: las dietas de poca calidad nutricional pueden generar dificultades de aprendizaje y memoria. Incluso pueden desembocar en estados de irritabilidad, fatiga y falta de concentración.
  • Aparición de caries: debido a un alto consumo de productos ricos en azúcar.
  • Debilidad del sistema inmunitario: se compromete la capacidad de los niños de hacer frente a virus o bacterias una vez ingresan en el cuerpo.
  • Peso fuera de los valores normales: La mala alimentación (por defecto o por exceso) puede suponer que los niños pesen menos o más de lo que deberían para su edad. Un exceso de peso en la infancia puede derivar en otros problemas de salud tales como desórdenes hormonales, diabetes o aumento del colesterol.

Aumentar el consumo de fruta y verdura, aumentar la participación de los niños en la compra y el cocinado de los alimentos, así como disminuir el consumo de ultraprocesados, son algunos de los consejos que pueden hacer que la relación de los más pequeños con la comida mejore, evitando todos los problemas que una mala alimentación acarrea.

No obstante, las causas de una mala alimentación son multifactoriales y, en muchas ocasiones, depende de factores económicos y sociales. El informe Adiós a la Dieta Mediterránea elaborado por Save the Children establece que las familias con menos recursos tienen reducidas las posibilidades de acceder a los alimentos necesarios para una dieta equilibrada.

Desde el Banco de Alimentos de Sevilla se quiere luchar contra la pobreza haciendo llegar a estos niños alimentos nutritivos y de calidad, que aseguren su correcto crecimiento y desarrollo, así como intentando hacer conciencia de la importancia de la buena alimentación desde los inicios a través de talleres dirigidos a las futuras madres.