Estas podían ser las palabras de cualquiera de los más de 3200 niños que hoy, y quizás mañana, no puedan tomarse un vaso de leche, tan necesario para su normal crecimiento.
Hola somos dos niños, Antonio y José Manuel, que apenas sabemos hablar, y mucho menos escribir, por eso necesitamos mayores que pongan las palabras en nuestra boca. Tenemos dos y un año y medio respectivamente, y pertenecemos a un colectivo de 3.200 niños entre 0 a 6 años, que según nuestra Seño, necesitamos 180 litros de productos lácteos al año, para nuestro normal desarrollo físico e intelectual.
El otro día escuchamos a una mamá, que no los conseguiremos, que no somos nadie… que aun somos proyectos de ciudadanos. No podemos manifestarnos, porque no sabemos hablar, no podemos cambiar a los que mandan, por que no tenemos la edad, y quienes tienen que defendernos, están pensando en otras cosas, que deben ser más importantes.
Nuestro amigo Enrique, que ya está en primero, nos ha dicho que la cuenta de multiplicar le sale que, solo en Sevilla, necesitamos 600.000 litros de leche para aquellos que como nosotros, tenemos papás y mamás con pocos recursos.
Hoy la Seño nos ha contado, que hace por lo menos mil años, en la década de los 50 y 60, los americanos nos daban leche, queso y mantequilla para el desarrollo de los niños que en aquella época iban al cole, y nos ha dado envidia, porque hoy nadie lo hace.
Y ya que todos nos ignoran, hemos pensado que quizásse lo podíamos pedir a los Reyes Magos, así que le hemos escrito una carta:
Queridas Majestades: Estaríamos interesados en que nos adelanten 600.000 litros de leche, a descontar si es necesario, de los juguetes del próximo año, ¿sería posible?.
Esta es una pequeña fábula que cuenta una realidad preocupante. Pequeña como sus protagonistas, pero grande por lo que conlleva. Tenemos la carta, a falta de ponerle un sello y echarla en Correo. Esperaremos antes, eso si, solo un tiempo prudencial, por si nuestras administraciones, sociedad civil y empresas deciden resolver nuestra problemática; problemática de solidaridad y justicia social… a pesar de que estos pequeños, no sepan protestar, ni puedan votar.
ANTONIO PÉREZ SARMIENTO
BANCO DE ALIMENTOS DE SEVILLA
Dejar un comentario